Los estudiantes deben seguir perfeccionando sus prácticas como escritores de tal manera que sus escritos sean cada vez más extensos, coherentes y sin errores de ortografía. Esto se logra escribiendo diferentes textos con diversos fines y a distintos destinatarios. La formación de buenos escritores necesita de un tiempo prolongado de prácticas permanentes. La realización de distintos borradores, su corrección y su futura versión final requiere de procesos cognitivos que se logran con el tiempo y no al mismo tiempo en todos los estudiantes. Por este motivo el rol del docente es fundamental. De sus correcciones, motivaciones, sugerencias va a depender la calidad de los escritos de los niños. A la hora de escribir, pueden ser muy útiles los portadores informativos con reglas ortográficas básicas que se encuentren en el aula. Es una manera de que los niños las vean y las lean constantemente y puedan asimilarlas.
Este mes les ofrecemos un portador que responde a la pregunta: ¿Cuándo se usa la mayúscula?